Por fin llegó el día de mi gran examen como corredor minimalista: correr una media maratón al estilo minimalista.

Después de unos 7 meses entrenando con este estilo tuve la oportunidad de apuntarme a esta carrera. Mi idea siempre fue que si podía correr una media maratón sin sentir ningún problema importante –ni durante ni después de la carrera- no me resultaría muy difícil aumentar la distancia poco a poco y llegar a correr un maratón o un ultra al estilo minimalista.

Unos meses después de comenzar con el cambio me apunté a una media maratón que se celebraría tiempo después en Málaga para tener así un objetivo real a largo plazo que me hiciera mejorar cada día y mantener la motivación. Además, realizar esa carrera me serviría como cierre para la primera etapa del aprendizaje del estilo minimalista para después centrarme en otros aspectos más avanzados del estilo. Todavía tengo mucho que aprender y mejorar, pero completar una carrera larga utilizando solo el estilo minimalista ha sido para mí una gran meta desde el principio.

En los últimos meses he estado corriendo entre 20 y 40km por semana, con distancias que han llegado a los 17km, y por suerte no he vuelto a sentir ninguna molestia tras los entrenamientos. Además, sigo manteniendo el plan que me permite descansar un día después de cada carrera y también sigo realizando ejercicios minimalistas 1 o 2 veces por semana.

En general me siento bastante cómodo corriendo al estilo minimalista, aunque todavía no siento que pueda correr más rápido que antes, o por lo menos no en las distancias más largas.  Uno de mis objetivos al iniciar el cambio al estilo minimalista era justamente conseguir correr más eficientemente y poder mejorar mis tiempos, pero entiendo que la progresión en este estilo tiene un orden lógico: primero hay que aprender bien la técnica, después empezar a aumentar la distancia y finalmente aumentar la velocidad.

La carrera

Había decidido tomarme la carrera con calma y no forzarme demasiado, así que cuando me enteré de que un amigo iba a correr por primera vez, quedamos para hacer la carrera juntos. Él tenía como objetivo bajar de las 2 horas y aunque me gustaría haber ido un poco más rápido, me pareció bien -normalmente corro un media maratón entre 1:35 y 1:40-.

Para esta carrera elegí unas zapatillas intermedias Merrel Bare Access, porque eran las zapatillas que había usado más veces para las carreras largas. Estuve dudando entre correr con mis zapatillas minimalistas 100% o con estas intermedias, pero aunque podría haber probado en este “examen final” con las zapatillas 100% preferí sentirme más cómodo con las intermedias.

En general toda la carrera fue genial y como no estaba corriendo al 100% de mi potencia, tuve energía suficiente para enfocarme en la técnica, disfrutar de la carrera y apoyar a mi amigo. Normalmente me resulta un poco aburrido realizar carreras donde no me fuerzo al máximo ni doy todo de mí, pero en este caso tome la decisión correcta porque es justamente cuando más cansados estamos corriendo largas distancias cuando nos olvidamos de la técnica y cometemos errores que pueden llevarnos a una lesión.

Finalmente, terminamos la carrera justo uno o dos minutos antes de las 2 horas y en ningún momento sentí ninguna molestia o dolor en los gemelos que era lo que más temía. Al día siguiente podía notar un poco de molestia, algo más que después de los entrenamientos normales, pero nada que hiciera preocuparme.

Mi siguiente objetivo será correr más lejos todavía o empezar a correr más rápido, os mantendré informados.