
Las cosas están avanzando y cada vez existe una mayor y mejor información acerca de cómo se debe correr descalzo. Por eso es necesario desmentir las falsas creencias más comunes que rodean a los corredores minimalistas que practican barefoot.
1. Correr descalzo produce fracturas por estrés
Esta es una de las preocupaciones más graves para los que se plantean empezar a correr descalzos. Este mito se basa en que, al correr sin amortiguación, el corredor cree que tiene más probabilidades de sufrir fracturas por estrés en los pies. Lógicamente, este tipo de lesión puede ocurrir pero no está relacionada directamente con el hecho de correr con zapatillas minimalistas o descalzo.
Las fracturas por estrés suelen producirse por sobrecargas que se deben a no realizar una buena adaptación del cuerpo al estilo minimalista, lo que suele conocerse como “so much, so soon”, es decir entrenar demasiado y demasiado pronto. Según la teoría de Wolf, este mito se desmonta por el hecho de que, los huesos y músculos de los corredores que corren descalzos o con zapatillas minimalistas son mucho más fuertes y elásticos que los de los corredores tradicionales.
2. Las personas con sobrepeso no deben correr descalzas
Sin duda, otro de los clásicos en los mitos sobre el barefoot y que es totalmente falso. Aunque el exceso de peso suele ser una excusa común para no correr descalzo, la realidad es que las investigaciones afirman que correr al estilo minimalista, y sobre todo si se hace descalzo, produce que la forma de pisar genere menos tensión tanto en el tobillos y las rodillas, como en las caderas y piernas en general. Por tanto, correr descalzo es mucho menos dañino para las personas con sobrepeso que correr con zapatillas amortiguadas.
3. Las lesiones de rodilla impiden practicar barefoot running
Al igual que ocurre con las personas con sobrepeso, los corredores con lesiones de rodilla suelen ser reticentes a practicar el estilo minimalista o correr descalzos porque creen que empeorará sus problemas físicos. Numerosos estudios han demostrado que se produce mucha más tensión en las rodillas cuando se corre con un estilo tradicional debido al fuerte impacto contra el suelo –amortiguado por las zapatillas tradicionales- que cuando se corre al estilo minimalista.
4. Las personas con pies planos necesitan correr con plantillas
Varios estudios demuestran que no existe relación entre el tipo de pies del corredor y el número de lesiones. Corriendo al estilo minimalista el impacto contra el suelo no se realiza con el talón del pie por lo que la altura del arco del pie se vuelve irrelevante. Además, la pronación que se produce al apoyar primero la parte delantera del pie absorbe perfectamente toda la tensión de la pisada.
5. Los que corren con plantillas ortopédicas no pueden correr descalzos.
Muchos corredores utilizan plantillas y taloneras porque se lo ha recomendado el dependiente de la tienda de deportes o su podólogo habitual, y en muchas ocasiones ni siquiera son necesarias. Al correr descalzo o con zapatillas minimalistas no es necesario corregir una pronación excesiva con plantillas ya que, básicamente, no se produce.
6. Teniendo fascittis plantar, correr descalzo produce mucho dolor.
Muchos corredores que sufren fascitis plantar notan una mejora significativa cuando comienzan a correr descalzos. La reducción de síntomas se produce gracias a que corriendo con este estilo se desarrolla la musculatura intrínseca, sobre otro el musculo abductor del dedo gordo del pie. Además, al correr con zapatillas con mucha amortiguación el tobillo se coloca en flexión plantar y para compensarlo el cuerpo debe aumentar la curvatura de la columna, lo que aumenta a su vez la presión en el talón intensificando el dolor de la fascitits plantar.
7. Correr descalzo produce callos en los pies.
Los callos en los pies se forman debido al exceso de fricción que se produce sobre la piel de la planta de los pies, cosa que no ocurre corriendo al estilo minimalista o descalzo. La presión directa sobre la piel no los produce, pues siguiendo esa lógica, todo corredor que apoya con el talón tendría callo también en esa zona.
Si se mantiene un estilo minimalista mal ejecutado pueden aparecer algunos callos en el antepié o en los metatarsianos, pero por regla general, si se mantiene una cadencia alta, con pasos cortos y la espalda recta, la fricción es mínima.
8. Es posible correr descalzo, pero sólo distancias cortas.
El ser humano está diseñado para correr largas distancias y, como ya sabemos, sólo ha sido en estas últimas décadas cuando se ha empezado a utilizar un calzado con suela más ancha. La prueba de que se puede entrenar y correr largas distancias con una suela mínima o descalzo la tenemos en los muchos corredores africanos que corren descalzos antes de pasar a la élite del atletismo.
9. Corriendo descalzo es muy probable que te cortes los pies o te claves cristales.
Lógicamente, si corres descalzo es posible que puedas cortarse o hacerte heridas en la planta de los pies. La solución es obvia, simplemente es necesario que te fijes por donde pisas. Al contrario de lo que mucha gente piensa, el estilo minimalista no se centra tanto en correr descalzo sino en aprender a utilizar bien los pies al correr, permitiendo al pie actuar de una manera natural aprovechando al máximo su biomecánica. Para empezar, y si te da miedo correr por la calle, puedes empezar corriendo descalzo en una cinta de gimnasio, sobre una pista de baloncesto o incluso por el carril bici de tu ciudad.
10. Los corredores minimalistas descalzos son más propensos a la infección en los pies.
Que corriendo descalzo los pies se ensucian es una obviedad, pero que exista mayor probabilidad de coger infecciones es totalmente falso, a no ser que se tenga en el pie algún corte o herida. Para evitar cualquier problema lo único que hay que hacer es lavarse bien los pies al ducharse y cuidarse las uñas. En realidad la mayoría de corredores sufren menos dolores, rozaduras y problemas en uñas, dedos y plantas de los pies al correr descalzos que cuando lo hacían corriendo al estilo tradicional.
Este decálogo de mitos sobre correr descalzo está basado en el artículo original del Dr. Nicholas A. Campitelli, experto en Medicina Podológica de la Universidad de Ohio y miembro del Colegio Americano de Cirugía Podológica, y fue publicado en la web Podiatry Today en enero de 2012.